DECIR, HACER.

Supongo que os lo preguntareis, ¿qué tiene que ver Daryl Hannah con Mario Benedetti y conmigo ya de paso?. Bueno, quizás a simple vista nada, pero si analizamos con un poco de profundidad podemos encontrar puntos en común.

Hace poco leí unas palabras de este gran poeta en las que decía:

"Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace. Me gusta la gente justa con su gente y consigo misma, pero que no pierda de vista que somos humanos y nos podemos equivocar".

A mi también me gusta la gente justa. La gente que lucha. La gente que dice lo que hace y no la que no hace lo que dice. La gente que da ejemplo. La gente valiente. Porque "somos lo que hacemos, no lo que pensamos ni lo que sentimos".

Creo que Mario Benedetti fue un hombre de acción en muchos sentidos. Un movedor de conciencias en muchas ocasiones y aquí entra en juego Daryl Hannah, otra movedora de conciencias que por segunda vez fue detenida la pasada semana junto a un científico de la NASA experto en climatología y otras 28 personas más, tras participar en una manifestación contra una explotación minera en la cima de una montaña al sur del estado de Virginia. La detención anterior se produjo cuando se encadenó a un árbol para intentar evitar la destrucción de un jardín agrícola.

Esto es para mí una persona justa, que lucha pacíficamente por aquello en lo que cree. De hecho admiro mucho a los activistas medioambientales que ponen voz a los paisajes, animales o tribus perdidas del Amazonas, Indonesia o de cualquier otro lugar del mundo. Todos deberíamos aportar nuestro granito de arena, informarnos, porque simplemente con no meter determinados productos en nuestra cesta de la compra podemos estar haciendo algo por los demás, por aquellos que sufren los actos despiadados y sin escrúpulos de grandes multinacionales.

Admiro a estas personas luchadoras pero me llama poderosamente la atención cuando oigo comentarios despectivos hacía ellos en los que se les tacha de radicales e idealistas. No creo que una persona que plante cara a los problemas de este planeta, que al fin y al cabo es nuestro hogar, sea idealista, más bien es todo lo contrario, pisa fuerte el suelo y está documentado. Conoce los problemas que azotan gravemente al mundo y lucha por solucionarlos o desviar la atención hacía ellos para que la gente no mire en otra dirección y olvide que hay cosas horrorosas que siguen pasando. Uno no puede luchar si no conoce algo y la ignorancia hace mucho daño.

Mi post de hoy va dedicado a todos los activistas del mundo, de los que tengo la fortuna de conocer unos cuantos, porque no dejan de recordarnos con sus acciones valientes que hay quien sufre y que no es verdad que aquello que no vemos no existe, sino más bien que no queremos ver porque es bastante más cómodo.